viernes, 1 de marzo de 2013

APERTURA DE DIAFRAGMA


APERTURA DE DIAFRAGMA


El diafragma es una parte del objetivo que limita el rayo de luz que penetra en la cámara. Funciona como el iris del ojo humano, abriéndose o cerrándose para permitir que entre más o menos luz según sea necesario.
Lo abierto que está el diafragma es lo que se llama apertura de diafragma.
La apertura de diafragma se mide en números f. El salto de un valor al siguiente se denomina paso.
La escala de números f típica es la siguiente, aunque no muestra todas las posibilidades, ya que los diferentes pasos dependen del diseño del objetivo:


La relación entre los números f es que por cada paso la luminosidad se duplica o se divide por dos si la aumentamos o la reducimos respectivamente. Así f11 tiene el doble de luminosidad que f16 y la mitad que f8.
Es fácil liarse con los números y la apertura. La forma más fácil de recordarlo es que el menor número f es la mayor apertura y el mayor número f es la menor apertura. Como podéis ver son conceptos inversos.
En función del programa utilizado en la cámara la apertura de diafragma se ajusta automáticamente o puede ajustarse de forma manual.
Cada objetivo tiene una apertura de diafragma máxima. Si son objetivos con distancia focal fija la apertura máxima es fija, para zooms la apertura máxima puede cambiar según varía la distancia focal o puede ser fija, dependiendo del diseño del objetivo. La apertura de diafragma máxima viene indicada en los objetivos. Por fin vas a entender qué significan esos numeritos.

14-42mm 1:3,5-5,6 significa que el objetivo tiene una distancia focal que varía entre 14 y 42 mm. En su distancia focal mínima (14mm) tiene una apertura máxima de f3,5, y en su focal máxima (42mm) tiene una apertura máxima de f5,6.
16-45mm 1:4 significa que el objetivo tiene una distancia focal que varía entre 16 y 45 mm y en todo este rango la apertura máxima es de f4.
La distancia focal es un tema que será tratado más adelante, pero para entenderlo fácilmente es el acercamiento o alejamiento que da un objetivo sin tener que desplazarte (zoom).

El término velocidad de disparo es el tiempo que el obturador permanece abierto dejando pasar la luz al sensor. En la fotografía digital es el tiempo que el sensor de imagen “ve” la escena que está tratando de capturar. Junto a la apertura del diafragma, es uno de los principales componentes necesarios para formar una exposición adecuada.
En general se mide en segundos o fracciones de segundo; 1”, 2”, 1/20, 1/60, 1/250. Lo más frecuente es disparar con fracciones de segundo, que a veces por comodidad se suelen expresar en la cámara con cifras como 30, 60, 250, 2000, etc. Lo habitual es que una cámara pueda seleccionar entre velocidades que van desde los 30” hasta los 1/2000. Cuanto mayor es el denominador, mayor será la velocidad, es decir, que será mucho más rápida. Esas velocidades son las más utilizadas, ya que algo más lento es difícil de usar sin tener movimiento de la cámara mientras que el obturador se abre y da lugar a falta de definición en las fotografías. Para ello es necesario un trípode o algún tipo de estabilización de imagen.
Múltiples son las combinaciones de velocidad de disparo dependiendo de lo que quiera hacer. Velocidades cortas (también llamadas rápidas) se pueden utilizar para congelar el movimiento, por ejemplo de un coche de F1, en cambio velocidades de larga exposición (también llamadas lentas) se pueden utilizar para difuminar intencionalmente movimiento para efectos artísticos o para hacer fotografías nocturnas con poca luz, las cuales necesitan esa velocidad para que llegue más cantidad de luz al sensor. Hay que tener en cuenta que cuanto menor sea la velocidad, más sensible es la imagen en cuanto a la vibración de la cámara.
A menudo las cámaras incluyen una o dos opciones para hacer exposiciones muy largas:
  • Bulb: mantiene el obturador abierto, siempre y cuándo el disparador se mantiene.
  • Por tiempo: el obturador se mantiene abierto hasta que el disparador se presiona de nuevo.
Hay una regla que sirve de orientación. Dice que la velocidad mínima de disparo que te asegura que no te salga movida la imagen es la inversa a la distancia focal que uses; es decir, si disparas con un 300 mm deberías hacerlo a una velocidad de 1/300 para asegurarte que no le salga movida, aunque también dependa de otras condiciones.
La apertura y control de velocidad de disparo para una exposición tienen una relación muy fuerte. El tamaño del diafragma del objetivo permite la entrada de luz a través de la lente y controla la profundidad de campo. La velocidad regula el tiempo para absorber la cantidad de luz.

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